DUELO EN LA INFANCIA
El cuento que os comparto esta semana tiene que ver también con procesos de duelo. Y también tiene la intención de “sacudiros”, de provocaros. He querido dedicar estas primeras entradas en la categoría Cuentoadictos a los duelos por muerte o pérdidas, porque el 16 y 17 de abril realizaré con Anabel García, un taller para tratar las pérdidas y la muerte a través de los cuentos.
Esta vez el proceso de duelo lo lleva a cabo un niño, un niño al que se le murió el amigo. Y así mismo se titula el cuento: El niño al que se le murió el amigo, de la maravillosa novelista Ana María Matute a la que perdimos en 2014. Lo podréis encontrar en el libro de relatos Los niños tontos.
El cuento nos describe el nacimiento de la adultez o la muerte simbólica de la niñez. Nos ofrece por tanto dos duelos, el de la pérdida del amigo y la pérdida de la infancia del protagonista. Y cómo un hecho tan traumático puede hacer “crecer de golpe”. En pocas líneas nos expone las dos primeras etapas del proceso de duelo que definía Elisabeth Kübler-Ross: la negación y el rechazo.
Esto me ha hecho recordar un capítulo de la afamada serie Juego de tronos, de la cadena de televisión HBO. El capítulo 5 de su quinta temporada titulado Matar al niño nos ofrece también ese paso a la madurez siempre difícil, donde tenemos que decidir. Y toda decisión implica que algo se ha de dejar, que hay una pérdida con su duelo respectivo. Para los aficionados a esta serie os invito a ver o recordar este capítulo. Y tal vez os pique la curiosidad a los que no sois fans de la serie. Amén de leer o releeros la saga. Magnífica de la primera a la última página. (Juego de tronos, de George R.R. Martin. Editorial Gigamesh)
De cualquier modo, como lo que nos interesa en esta sección son los cuentos, aquí os dejo con el de esta semana. Y, como siempre, os pido que os dejéis sentir y me escribáis vuestros comentarios. Estoy segura que la brevedad del texto no exime de escribir ríos de tinta sobre lo que genera. Os leo con impaciencia.
EL NIÑO AL QUE SE LE MURIÓ EL AMIGO – Ana María Matute
Una mañana se levantó y fue a buscar al amigo, al otro lado de la valla. Pero el amigo no estaba, y, cuando volvió, le dijo la madre:
—El amigo se murió. Niño, no pienses más en él y busca otros para jugar.
El niño se sentó en el quicio de la puerta, con la cara entre las manos y los codos en las rodillas. «Él volverá», pensó. Porque no podía ser que allí estuviesen las canicas, el camión y la pistola de hojalata, y el reloj aquel que ya no andaba, y el amigo no viniese a buscarlos. Vino la noche, con una estrella muy grande, y el niño no quería entrar a cenar.
—Entra, niño, que llega el frío —dijo la madre.
Pero, en lugar de entrar, el niño se levantó del quicio y se fue en busca del amigo, con las canicas, el camión, la pistola de hojalata y el reloj que no andaba. Al llegar a la cerca, la voz del amigo no le llamó, ni le oyó en el árbol, ni en el pozo. Pasó buscándole toda la noche. Y fue una larga noche casi blanca, que le llenó de polvo el traje y los zapatos. Cuando llegó el sol, el niño, que tenía sueño y sed, estiró los brazos y pensó: «Qué tontos y pequeños son esos juguetes. Y ese reloj que no anda, no sirve para nada». Lo tiró todo al pozo, y volvió a la casa, con mucha hambre. La madre le abrió la puerta, y dijo: «Cuánto ha crecido este niño, Dios mío, cuánto ha crecido». Y le compró un traje de hombre, porque el que llevaba le venía muy corto.
Se lee en un instante aun asi creo que me acompañara durante unos dias….por que ?..Pues por que me veo en el niño que espera a su amigo al que no va a ver mas. Como va a creerse una desaparicion asi….La muerte es innegable, lo que pasa es que no podemos encajar algo tan brusco, doloroso, definitivo…cualquier muerte es brusca, jamas se esta preparado para no ver mas alguien que quieres…y nos defendemos cerrando la puerta al dolor, es tanto que a veces la cerramos definitivamente y no la volvemos a abrir nunca mas.
El un bello cuento escrito con simplicidad… Yo creo que no hacen falta muchas palabras ni grandes descripciones para explicar algo profundo.
Gracias Alicia, coincido en esa contundencia de lo breve, una vez más MENOS ES MÁS.
¿ cómo describir la soledad que deja la ausencia? Sólo lo que no se cuenta, son los silencios los que me ayudandan a conocer el dolor de la ausencia.
Gracias
Gracias Maite. Cuando la ausencia se hace presencia…
Carmen: lo impactante suele ser breve. Acabo de cortar rosas marchitas con el fin de que crezcan más los capullos y las que ya se han abierto. Es natural, como el crecimiento que le acontece al que pierde el lastre arrojando los objetos y juegos compartidos (verdaderos objetos transicionales del bebé). Es matemático que “para que unos puedan crecer…(no recuerdo el final).
Es natural, pero no usual en el ámbito del hombre, enmadejado y atrapado por una mente que juzga, analiza,y no se deja en paz.
Ante la muerte, se bifurca el camino (único hasta ahora para el protagonista): o ol pozo (la no-vida, o la rama (que, aunque sea invertida es el árbol de vida) Vale decir, o lo oscuro, o la luz (que es aérea y provoca elevación, crecimiento). Elige el pozo porque es sabio y GUARDA en él el pasado vivido y compartido. Parecen pares de contrarios: muerte/vida, oscuridad/luz, arriba/abajo, constructo tecnológico/naturaleza; frío/…Pero suele ocurrir, por el principio de la inversión, que lo que ES arriba ES abajo.; aunqque se abre una disyuntiva.
Otros nos tiramos al pozo en una inmolación que a nadie contenta. Ni guardamos, ni crecemos; más bien nos enfangamos en el lodo del fondo.
Muchísimas gracias por tu comentario y tu análisis profundo. En esta vida nos movemos de una polaridad a otra, en esa ley universal del péndulo, intentando buscar el equilibrio… Espero que en próximos posts puedas dejarnos tu sabio rastro. Te leo con gusto.
Como admiradora de Ana M Matute, te felicito y agradezco esta elección. No sé puede decir más con tan pocas palabras. Brillante.
Completamene de acuerdo Pilar. Brillante!
Que maravilla de cuento! cómo se puede decir tanto en tan poquito espacio? Una profesional ha sabido que a los niños no se les star entreteniendo mucho rato con algo muy largo de explicar; sea bonito o triste.
A pesar de lo dolorosas que son las ausencias de nuestros seres queridos me quedo con el breve papel de la mamá, paciente esperando que su hijo regrese, atenta a la necesidad de ofrecerle un nuevo traje que ponerse!
Así en ese papel intentamos acompañar de la mejor manera posible lo mejor que sabemos a aquellas personas que han sufrido una perdida
Gracias Manuela! Lo bueno, si breve, dos veces bueno. 🙂
Soltar cuesta, perder duele, pero también nos hacen crecer y ver con nuevos ojos la realidad.
… y ASÍ ES LA VIDA! 🙂
Las perdidas siempre nos marcan de una u otra manera algunas veces las niegas, no las aceptas no las quieres creer y se enquistan en tu interior sin dejarte salir el dolor. otras perdidas te rasgan tanto por dentro y de una forma tan profunda que crees morir del desgarro que te provocan, otras las intentas hacer menos dolorosas desaciendote de todo aquello que te puede proporcionar un solo recuerdo de lo perdido creyendo de esta forma que estas protegiendo tu corazón pero lo único que haces es engañar al dolor pues al no dejarlo fluir negándote esa realidad no te deja superarlo sanamente. Todo aquello que se pierde causándote un profundo e insoportable dolor es que ha sido en algún momento muy importante en tu vida. y es mas importante dejar fluir todo lo que te hace sentir para poder convivir con ello,poder aprender y crecer. si la perdida es de un ser querido siempre seguirá vivo en tu corazón siempre que lo pienses le estas dando vida a través de tu recuerdo.